Curupaytí
22 de septiembre de 1866
Antecedentes:
Campaña del Cuadrilátero. Guerra del Paraguay Después de las batallas de Yatayty Corá (11 de junio), Boquerón (16 de julio), Sauce
(18 de julio), los aliados desembarcan septiembre sobre el río Paraguay y toman Curuzú el 3 de septiembre. Después de Curuzú, los
paraguayos continúan en su posición del Estero Bellaco Norte. En Curupayti han reforzado una posición defensiva que se extiende entre el
río Paraguay y la laguna López ( o de Méndez), que ocupan con 5.000 hombres y 49 piezas de infantería a órdenes del general José E. Díaz.
Los aliados resuelven: Apoderarse de la posición de Curupaytí, con vistas a un posterior ataque contra la retaguardia de la posición
principal paraguaya en Estero Bellaco Norte, cortándola de la dirección de Humaitá. Atacar desde Tuyutí la posición del estero nombrado, y
con la caballería, rodeándola por el Este, operar contra su retaguardia, en combinación con las fuerzas aliadas de Curupaytí.
La acción
Las fortificaciones paraguayas se consideraban inexpugnables, a menos que la artillería aliada desmontara la mayor parte de los cañones
enemigos. La escuadra del almirante Tamandaré tomó a su cargo esta responsabilidad. Poco después de las 8 los buques iniciaron el bombardeo,
que suspendieron cerca del mediodía, haciendo la señal convenida de que la misión había sido cumplida. Las tropas avanzaron entonces con
orden de tomar a la bayoneta las fortificaciones enemigas, pero desde el primer momento sufrieron un intensísimo fuego de artillería.
Las aproximación del atacante se vio además entorpecida por el terreno fangoso y los malezales; las lluvias recientes habían inundado las
partes bajas y colmado el foso que cubría la posición paraguaya. El ataque fue finalmente detenido y resultaron estériles los alardes de
valor de las tropas para proseguirlo. Se ordenó entonces el repliegue y a las 17 horas los aliados estaban de regreso en Curuzú.
Pérdidas: Argentinos, 2.050 entre muertos, heridos y dispersos; brasileños, 1950 hombres. Dichas cifras representan, respectivamente, el
40% y el 20% de los efectivos empeñados. Los paraguayos tuvieron 92 bajas. (cifras citadas por el historiador Juan Beverina)
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