Sublevación del batallón Nº 1 de Cazadores de los Andes
9 de enero de 1820
Antecedentes: Sublevación del ejército del norte en Arequito. El país estaba dividido en dos
bandos. De un lado las provincias del litoral militarmente coaligadas, obraban de acuerdo con Artigas y
amenazaban al congreso exigiendo las caída del directorio. El gobierno nacional, por su parte, se disponía
a defender la frontera amenazada con un ejército reclutado en la provincia de Buenos Aires y ordenaban que
se uniera al mismo la división del Ejército de los Andes en Mendoza y el Ejército Auxiliar del Perú que se
encontraba en Córdoba (ver 8 de enero).
El hecho
El batallón Nº 1 de Cazadores de los Andes, se encontraba en San Juan, al mando del teniente coronel Severo
García de Sequeira, contaba con una plaza de 1.000 hombres. En la madrugada del día 9 el batallón se amotinó
silenciosamente, siendo apresados los jefes y oficiales. La sublevación estuvo bajo las órdenes del capitán
Mariano Mendizábal, quien se hace nombrar gobernador. El cabildo sanjuanino proclama a San Juan estado federal
independiente de la gobernación-intendencia de Cuyo, reconociendo empero la unidad nacional preexistente.
El coronel Alvarado marchó desde Mendoza con algunas tropas con la intención de sofocar el movimiento, pero
hubo de regresar a pedido del Cabildo de San Juan para evitar la muerte segura de los jefes y oficiales prisioneros,
entre ellos el mismo teniente coronel Sequeira y los capitanes Bonavente y Bosso. Enviados éstos a Tucumán, pudieron
escaparse, pero alcanzados por una partida fueron ultimados. Poco tiempo después el teniente Corro depuso a Mendizábal
y lo remitió prisionero a disposición de Güemes; entregado por ésta a San Martín, Mendizábal fue fusilado en la plaza principal
de Lima el 30 de enero de 1822.
Consecuencias
El batallón Nº 1 de Cazadores de los Andes se perdió para la expedición a Perú. El coronel Alvarado en cumplimiento de órdenes de
San Marín se apresuro a volver a Chile con el resto de la división de los Andes, a fin se salvarla del virus de la anarquía que
flotaba en el ambiente. El gobernador de Mendoza renunció y el de San Luis fue depuesto. Ambas provincias y la de San Juan se
proclamaron autónomas, quedando así inexistente la provincia de Cuyo.La Rioja, siguiendo el ejemplo, depuso al gobernador y se
declaró independiente, federándose con San Luis. (volver)