Angaco
16 de agosto de 1841

Antecedentes: La coalición del Norte. Guerra contra Rosas

     La coalición se constituyó a fines de 1839, integrándola Tucumán, Salta, Jujuy, Catamarca y La Rioja. Lamadrid, que con el pretexto de retirar las armas de la guerra con Bolivia había sido enviado por Rosas para conjurar la amenaza que se insinuaba, volvió a su antigua situación unitaria y se unió a los coaligados.
Lamadrid marcha de Catamarca a La Rioja donde elude el encuentro con el gobernador de Mendoza el general federal Aldao y se dirige a Cuyo, con el propósito de convulsionar San Juan y Mendoza y organizar allí nuevos medios para proseguir la guerra.  

Operaciones en San Juan

       El general Mariano Acha que desde La Rioja fue destacado por Lamadrid, ocupó la ciudad de San Juan el 13 de agosto. Al tener conocimiento del avance de las fuerzas de Aldao y Benavídez (2.100 hombres) resolvió salir a su encuentro no obstante contar sólo con 500 hombres, y fue a situarse en Angaco, 30 km al Noroeste de la ciudad.
Una agrupación adelantada por Acha derrotó a Benavídez que con 400 hombres había sido destacado por Aldao. Este último general después de la larga y rápida marcha realizada en un zona de características desérticas llegó frente a su adversario con 1.300 hombres (de ellos 700 infantes) sedientos y sumamente fatigados.  

La acción  

     La caballería federal carga contra la unitaria situada en ambas alas, pero es rechazada y vuelve a ocupar su lugar en el dispositivo.
La caballería de Aldao vuelve a cargar. Lo hace con poco empuje debido al cansancio de los caballos y sufre un revés.
La infantería federal ataca a la de Acha, y habiéndose trabado en sangriento combate cuerpo a cuerpo, es atacada a su vez desde el flanco y retaguardia por los escuadrones unitarios, viéndose obligada a formar cuadro.
La caballería federal efectúa un movimiento para caer sobre la retaguardia enemiga, pero allí la espera el batallón unitario que ha dado media vuelta, y la rechaza con sus fuegos.
La caballería unitaria pone en fuga a la federal y los batallones de Aldao se rinden. La sangrienta lucha duro 7 horas.
 

Pérdidas  

Unitarios: Prácticamente el 50 % de sus efectivos; 200 muertos.
Federales: 1.000 muertos y 157 prisioneros.