Antecedentes:

Guerra de la Confederación Argentina con Uruguay y Francia. El 1 de marzo de 1839, Fructuoso Rivera luego de desplazar en su cargo a Ignacio Oribe el año anterior, es elegido presidente constitucional. Como Rivera apoyaba a los emigrados argentinos, el gobierno de Buenos Aires apoya a Oribe, quien da un manifiesto afirmando que su renuncia había sido forzada y que continuaba siendo presidente de su país. El gobierno porteño lo reconoce como tal. Año 1842

En cumplimiento de lo pactado con Corrientes y Santa Fe, Rivera invade Entre Ríos. Mientras que Oribe, de vuelta de su exitosa campaña contra la Coalición (unitaria) del Norte, pasa también a esa provincia en busca del enemigo.

Fuerzas contendientes

Ejército de la Confederación:  General Manuel Oribe, con 2.500 infantes, 6.000 jinetes y 18 piezas de artillería.

Ejercito aliado (orientales, correntinos y santafecinos): General Fructuoso Rivera, con 2.000 infantes, 5.500 jinetes y 16 piezas de artillería.

Dispositivo de batalla

Ambos ejércitos constituyen el centro de su dispositivo con la infantería y la artillería y las alas con la caballería. En el ejército de Oribe el ala derecha está al mando del general Urquiza, la izquierda y el centro a órdenes de los generales José María Flores y Ángel Pacheco, respectivamente. Una agrupación "flanqueadora", constituida por 1.300 jinetes al mando del general Servando Gómez, se sitúa a la izquierda del dispositivo. Como reserva se establecen tres agrupaciones con un total de 1.800 jinetes.

La acción

El ejército de la Confederación comienza la ofensiva. Su infantería rompe el centro del dispositivo aliado, cuyo ejército queda así dividido en dos partes. La caballería confederada del ala izquierda dispersa a la caballería enemiga a su frente y la persigue. El combate de las tropas al mando de Urquiza se mantiene entretanto indeciso, pero entonces las fuerzas aliadas a su frente son atacadas en su flanco interno por la infantería de Oribe, que había roto su centro, y la caballería del ala izquierda aliada se ve obligada a retirarse. La victoria del ejército de la Confederación es completa. De la tenaz persecución llevada a cabo por los vencedores resultó la total disolución del ejército aliado.

Pérdidas

 Los aliados tuvieron 2.000 muertos y 1.400 prisioneros. De estos últimos, los oficiales y sargentos fueron degollados. Perdieron además la artillería, la munición y 24.000 caballos. Las bajas de Oribe fueron 300, entre muertos y heridos.