Desembarco de Lavalle en Buenos Aires
5 de agosto de 1840

Antecedentes: Expedición libertadora de Lavalle

     En la noche del día en que se libró la batalla de Sauce Grande (ver 16 de julio de 1840), el ejército unitario llegó a Diamante y bajo la protección de una batería allí emplazada pasó a la isla Coronda, operación que duró varios días y en la cual se utilizaron unas 50 embarcaciones mercantes. En la isla nombrada el ejército se embarcó en las naves francesas, no obstante haberse opuesto a ello el gobernador correntino Ferré, quien insistía en que Echagüe debía ser batido antes de emprender las operaciones sobre Buenos Aires.  

La operación

     El 5 de agosto el ejército unitario inicio el desembarco. Una parte lo hizo en Baradero y la masa en San Pedro. Las primeras tropas que desembarcaron fueron destacadas para reunir caballadas.
Las fuerzas federales que en ese momento se encontraban en el Norte de la provincia de Buenos Aires eran sólo 1.500 jinetes al mando del general Ángel Pacheco.  

     Lavalle contaba con 3.000 hombres, de los cuales eran 300 infantes con 4 piezas de artillería. Desde San Pedro destacó al coronel Méndez con algunas fuerzas hacia San Nicolás, con la misión de procurar que las tropas federales que allí se encontraban se pasaran a las filas unitarias. El ejército marchó a Arrecifes donde permaneció algunos días esperando la incorporación de dos a tres mil hombres que trasportarían buques franceses, según noticia recibida de Montevideo que resultó falsa. Prosiguió la marcha en dos columnas: una a órdenes directas de Lavalle por San Antonio de Areco, la otra al mando del coronel Vilela por Carmen de Areco; ambas se reunieron el día 19 en la Guardia de Luján (Mercedes).