Usurpación de las Islas Malvinas
3 de enero de 1833

Antecedentes inmediatos:

El 10 de octubre de 1832, el comandante de la goleta de guerra "Sarandi" se hace cargo de las islas Malvinas en nombre de la Republica Argentina. El 31 de diciembre del año anterior, encontrándose en Buenos el gobernador Vernet, puerto Soledad había sido destruido por la tripulación de la corbeta estadounidense "Lexington" El hecho

Hacia fines del año 1832 la situación fue considerada como propicia por los ingleses para restablecer su dominio sobre las islas Malvinas. En agosto de 1832 el Almirantazgo británico solicitó al Foreign Office enviar al almirante de la zona sudamericana, con el fin de ejercer el derecho de soberanía de la corona sobre las islas. El Primer Ministro Palmerston aceptó. Gran Bretaña buscaba reafirmar un derecho que, según su interpretación, estaba claramente establecido. En donde el problema residía, en ese momento, en que "las islas no eran res nullius, sino que no estaban claramente reconocidas por la comunidad internacional como bajo la soberanía de un estado. Esta situación fluida ayudaría a los ingleses. El 20 de diciembre de 1832 arribó a Puerto Egmont la corbeta Clio y más tarde se le uniría el buque de Tyne. El capitán del primero, Comandante Onslow, además de fijar un aviso de posesión, intentó reparar las ruinas del viejo fuerte. Más tarde, el 2 de enero del año siguiente, la corbeta ancló frente a Puerto Soledad. El comandante Onslow informó a Pinedo que había arribado para ejercer los derechos de soberanía sobre las islas en nombre de Su Majestad Británica. Según una orden escrita, Pinedo debería arriar la bandera argentina al día siguiente y reemplazarla por la inglesa. Al no cumplirla, los británicos lo hicieron por él. A las 9 de la mañana del 3 de enero de 1833 los ingleses desembarcaron, primero izaron en un mástil que traían la bandera inglesa luego arriaron la argentina, la plegaron pulcramente y se la enviaron a Pinedo para que se la llevase. El 5 de enero Pinedo, con unos cuantos habitantes a bordo, abandonó las islas y puso proa a Buenos Aires Finalmente el día 5 de enero de 1833, Pinedo y unos cuantos habitantes abandonaron las islas a bordo de la nave Sarandí y puso proa a Buenos Aires.

Cuando el gobierno argentino supo de lo acontecido en las islas, el ministro de relaciones exteriores Maza citó a su despacho al representante británico, quien nada sabía aún. Según aquel, "el gobierno de Buenos Aires no podía ver en ellos sino un gratuito ejercicio del derecho del más fuerte... para humillar y rebajar a un pueblo inerme e infante.